Su diseño a través del tiempo, de México a Londres.
Desde que comencé mi camino creativo ha sido muy importante para mí tener un lugar que me de paz y que me brinde la inspiración que necesito para empezar a trabajar. Un espacio que no sólo vea nacer ideas sino también proyectos creativos terminados.
Considero que tener un lugar dedicado a tu trabajo es honrar a tu creatividad y darle el espacio que se merece.
Un nicho creativo que te permita fluir y que al entrar en esa habitación o al sentarte en ese rincón destinado para ti, sepas que es el momento de comenzar a crear.
Mis espacios han sido fuente vital de inspiración, es por eso que te invito a que me acompañes en este viaje a través de los diferentes espacios creativos qué he tenido a lo largo del tiempo.
1. Mi primer espacio creativo
Mi primer espacio de trabajo fue cuando aún vivía en México en casa de mis padres. Sentí la necesidad de mudarme del estudio familiar y tener mi propio espacio, así que con mucho esfuerzo compré mi primer laptop y adapté un rincón de mi habitación con una mesa y una silla, lo decoré con mi toque personal (washi tapes) y así este se convirtió en el sitio ideal para crear.
Cómo pueden ver, intenté que fuera agradable y sencillo, con un poco de color pero sin ser el protagonista de mi habitación, ya que no sólo era mi lugar para trabajar sino que también lo era para descansar.
2. Mi primer espacio en Londres
El mudarme a Londres no sólo fue un cambio de país sino que ahora compartía el espacio con otra persona, mi esposo, quién no es precisamente un amante de los colores pasteles.
Llegamos a Londres con un presupuesto limitado y como sabrán, Londres es una ciudad bastante costosa, así que nos mudamos a un departamento de una habitación. Esta vez mi espacio creativo tenía que adaptarse a mi nueva situación en pareja, mi presupuesto y coexistir con el resto de las áreas de la casa. ¡Implicó todo un reto!
3. Mi espacio en North London
No tengo una foto del espacio, pero es esa pequeña mesa que se asoma de lado de la chimenea.
Hay veces en las que tenemos que hacer sacrificios para seguir con nuestros sueños. A lo largo de mi vida siempre he tenido que dejar ir cosas para abrir espacio a las nuevas que están por venir. En este caso el sacrificio para nosotros implicó el mudarnos de casa, esta vez nuestro hogar era realmente pequeño y lo único que me quedó fue crear mi espacio creativo en conjunto con mi tocador.
Tal vez la idea no suena muy inspiradora, pero con esto te quiero demostrar que el querer es poder. Durante mi estancia en este pequeño departamento hice varias de las campañas creativas de las cuales estoy muy orgullosa.
Así que ya sabes, no importa el tamaño de tu espacio, lo importante es tener el mindset correcto.
4. Mi primer estudio oficial
Cuando mi camino comenzó a tomar más forma, decidí que era tiempo de tener una habitación dedicada únicamente a mi espacio creativo, mi estudio.
Con mucho esfuerzo esta vez pude decorarlo completamente con mi estilo y diseño, era mi canvas en blanco. Lo primero que hice fue pintarlo de rosa, pues quería sentir la energía femenina que aporta este color, llena de paz y tranquilidad. Agregué plantas, libros, artwork, cristales, entre otras cosas.
Con el tiempo el diseño ha ido cambiando pero siempre siguiendo la misma línea, los colores pasteles y la feminidad.
Lo que está por venir.
Ahora que ya me he mudado de casa, tendré que diseñar un nuevo estudio en el que pueda fluir y conectarme con esa energía que me motiva para trabajar.
Mis espacios creativos representan diferentes etapas en mi vida, han sido de todos tamaños y colores, pero todos han cumplido con un mismo fin, el hacer crecer mi creatividad.
Si tu también quieres crear tu propio espacio creativo, no te pierdas estos tips que te ayudarán a comenzar desde ahora.
3 lecciones que aprendimos creando en comunidad
Hace unas semanas culminamos el primer proyecto de Postales Creativas con mucha alegría.
Y si me preguntas ¿cómo estuvo la experiencia? La podría resumir en dos palabras: transformadora e inolvidable.